domingo, 24 de octubre de 2010

Mi mamá me mima

Ilustraciones: Louise Pressager



Los padres son aquellos seres extraordinarios que inspiran e iluminan nuestras vidas, los que orientan nuestros pasos. Con absoluta certeza, las personas más influyentes de nuestro entorno. Tanto que a veces, el pecho que te acoge puede pasar a oprimirte, el brazo que te sostiene, paralizarte. ¿Cómo distinguir la mano que te acompaña de aquella que te conduce? Más aún, ¿cómo discernir entre el amor y la coerción? Cuestión de olfato.


-"Papá, Mamá: me voy de casa."

Tienes algunos ahorros empacados con todo el amor que te quedaba, pero tus progenitores generalmente insisten en que no sobrevivirías con un bulto tan ligero.  Menos mal que siempre piensan en todo, con la cabeza que tienes.
Les dejas prepararte una gran maleta emocional: todo lo que su retoño pudiera necesitar(-les) para un viaje de duración indefinida, para que no le(-s) falte de nada. Padrazos y madrazas, suficientemente generosos e irónicos para embalarte tu propia independencia. 
La primera vez que abras el equipaje lo contemplarás con una profunda nostalgia. Entre las bragas y los jerseys descubrirás una edición antigua de consejos, varios pares de abrazos (para que siempre tengas un par limpio), un tupper de croquetas y otro de yatelodijes o tres latas de costumbres en conserva, un bote lleno de lágrimas (frescas, para que nunca tengas que usar las tuyas), dos morales, una de invierno y otra de verano, quizás unos cuantos prejuicios sueltos y tú tabú preferido...¡Toda una antología educativa!


Para orgullo de todos podrías apañarte perfectamente con tu valija paterna, y podrían sucederse los años antes de que  el olor a rancio se chive de tu miedo. Pero un día, cualquier día, el día menos pensado intentarás conservar una lección nueva o guardar un par de relucientes inquietudes y entonces ¡Mierda! Tus padres debieron calcular mal el espacio porque no te cabe nada nuevo. Encima desprende un tufo a otoño podrido que te cagas; la tradición caducada realmente apesta. 
Olfateas t(s)us posesiones y optas por deshacerte de las que se encuentran en peor estado: te remangas la camisa, coges los prejuicios, los tabúes y las morales descompuestas y las tiras a la basura. De un día para otro la mullidita maleta existencial se había convertido en un pesadísimo lastre.


Independizarse no es arrastrar la valija paterna allovertheworld, independizarse es hacer tu propio equipaje, es convertirse en un ser único, singular y excepcional. Como hijos, nuestra misión fundamental, la manera de mostrar verdadero respeto y amor a los que nos dieron la vida es pensar algún día por nosotros mismos. Eso es el progreso: cuando la gente va, piensa y hace lo que cree que debe hacer sea esto lo mismo o exactamente lo contrario de lo que hicieron sus padres. Ese momento exacto en el que  estos últimos se dan cuenta de que su vástago no es una versión mejorada de sí mismos, suele coincidir con una contracción de respingo (¡¡¿?!!). Tragan saliva, acabas de dar el estirón. Ahora les toca a ellos. 


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