martes, 19 de julio de 2011

Palíndromo, conversación de..

Ilustración: Louise Pressager

Palíndromo
[Del griego 'de nuevo' y 'carrera'] sust. m. 
1. Palabra o frase que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda



-Palíndromo es, por ejemplo, 'dábale arroz a la zorra el abad'. Es reversible, lo ves¿? Dábale arroz a la zorra el abad, daba le arroz a la zorra elabad. ¿Lo entiendes? De un lado y del otro es lo mismo. Lo ves¿?

-Ya, como una especie de milagro.. Magia.

-¿Magia?

-Bueno, ya sabes, no hay tantas cosas reversibles.

-¡Eso lo dices tú porque eres un culo inquieto! Vas siempre de un lado a otro sin parar, como una peonza. París, Milán, Munich..¿Cuántas ciudades has visitado en los últimos seis meses? ¿Cuántas veces has hecho y deshecho la maleta?

-Es distinto, eso lo hago por deber, es mi trabajo. 

-Mi deber, mi deber.. ¡Una mierda tu deber! Eres un hombre occidental, un semi-dios del capitalismo: tu trabajo Es tu vida.

-¿Pero de qué coño me estás hablando? Lo sabes mejor que nadie, necesssiiito ese trabajo. Vale que me proporciona una lujosa vida llena de caprichos, pero qué le voy a hacer si me he acostumbrado. No cambia nada, ahora lo necesssiiito.

-Como quieras, el caso es que no paras. Sólo percibes el principio o el final de las historias. Cada acontecimiento es para tí una revolución; tu vida es un desgarro permanente.

-¿Ahora te pones en plan metafísico? Porque podría reprocharte lo contrario.. Desde que ella se fue no has salido de la ciudad.

-¿Por qué te parece tan raro? Es una ciudad magnífica, a medida. No necesito salir, aquí tengo todo lo que necesito. 

-¡Ajá! Quizás ese el problema. A ver, ¿no sales porque lo tienes todo aquí o sólo necesitas lo que hay aquí para no tener que salir?

-(Suspiro) Eres como los demás: actúas con despreocupación, pero en el fondo sospechas como cualquiera. ¡Joder, mi propio hermano!

-¿Qué cojones es lo que sospecho, si puede saberse?

-Que sufro. Sospechas que sufro, como todos. Esperáis que, en el momento menos oportuno, reviente de pena en mil pedazos. Esperáis que sufra. Exhibís vuestros hombros esperando que me derrumbe sobre ellos. Pero déjame que te diga una cosa, no sufro porque no me sale de los cojones. ¡Ea, ya está, ya lo he dicho! No tengo ganas..

-...

-Es más, deberíais meteros en vuestros propios asuntos. El dolor ajeno es un misterio sobre el que no se debería especular.

-Perdona, no me había dado cuenta hasta ahora. No sabía que...bueno, sí, lo sabía. Pero no quería que lo interpretaras de ese modo. Es decir..no quería que tú pensases que..bueno..que yo..en fin

-Tranquilo, a estas alturas no seré yo quien se ofenda. Total, ella no me abandonó sólo a mi. A Paula y a Ricardito también, ¡justo cuando más la necesitan! A tí también, y a la que mujer que todavía no tienes y a los que hubieran sido sus sobrinos. Ella nos abandonó a todos. Pero está bien.

-Si tú lo dices..

-Verás, no sé si está bien o no lo está. Por el momento, sólo es un hecho suspendido en una realidad inmensa y poderosa que sigue su curso, inmutable. El mundo ni siquiera se ha dado cuenta. Ya ves, ni siquiera ha un milímetro desde que se fuera ella. Ni un ápice, nada. La Historia no ha terminado, seguirá andando sin parar hasta que me muera yo, y tú, y Ricardito y Paula, y aún después de eso seguirá andando..

-Estás peor de lo que pensaba. Joder, Antonio, ¡joder! Ella no va a volver. ¿Entiendes? ¡Ríndete! La Historia podrá dar las vueltas que quieras: podrían repetirse 100 catástrofes nucleares o incluso una Tercera Guerra Mundial. Pero eso no tiene nada que ver. Joder, ¡Carmen no va a volver! Vuestra historia sí ha terminado, no puedes esperarla continuamente en esta maldita ciudad.

-....

-Ven conmigo.

-Contigo¿?

-Sí, coge a los niños, haz maletas y veniros conmigo a Roma. También es tu ciudad, al fin y al cabo.  Piénsalo: los niños podrían estar más cerca de sus abuelos y mamá se pondría muy contenta. Siempre está hablando de ti,  quejándose de que no la llamas lo suficiente.

-....

-¿Qué? ¿Qué me dices? Vente conmigo. 

-No puedo, Carlos. No quiero marcharme. No es lo que piensas, tranquilo. No la estoy esperando, ya no. Sé que ella no volverá, pero no puedo abandonar nuestra historia. Después de todo, si me largo estaría traicionando mi por-venir, todo lo que aún está por sucederme a mi y a los niños. Sería irreversible.

-Nada es reversible, ¿no te das cuenta? La vida está llena de encrucijadas: vas a la izquierda o a la derecha, tomas café o té, respondes el teléfono o cuelgas. Cada semáforo que cruzas, cada autobús que coges y..¡pum! arrasas cientos de finales distintos que por un instante pudieron ser los tuyos. La vida es una maravillosa casualidad, Antonio, y deberías aprender a disfrutar de esa multiplicidad de destinos que podrían ser y no serán. ¡Toma las riendas de una vez! Ella, la Vida, sí que no te está esperando.  Pasa de ti y tus ñoñerías metafísico-románticas. No es un ningún juego; la vida es i-r-r-e-v-e-r-s-i-b-l-e.

-No, de eso nada. Tu vida, Carlos, es irreversible porque no le das la oportunidad de no serlo. Siempre de un lado a otro, pescando momentos fugaces aquí y allá, momentos que no necesitan principio ni final porque ya se lo escribes tú.

-Ya estamos con lo mismo, ¡ay que ver! Bien, pongamos que mi vida es irreversible porque 'no le doooy una opoortunidaaad', ¿así es? Pues yo creo que la tuya lo es justamente porque se lo exiges. No veo tanta diferencia, qué quieres que te diga. Siempre a la espera de una señal de la Providencia que encaje las piezas del enrevesado puzzle que es tu cabeza.

-Llámalo como quieras, pero encaja. Si tuvieras paciencia, el tuyo también lo haría.

-...

-¿Me harías un favor? Echa un vistazo hacia atrás e intenta atar los cabos.

-¿Un vistazo? A qué..vamos a ver.

-¡Pues a todo! A tu vida, no sé. A las encrucijadas que dices que has vivido, si te empeñas: al momento en que te hiciste consultor y no médico, por ejemplo. No, mejor, al momento en que decidiste ir a estudiar a Berlín. O antes, al que escogiste alemán como primera lengua en secundaria, cuando todos quisimos aprender español. Repasa el momento en que Papá nos inscribió en un colegio que estaba a 15 km de nuestra casa, cuando había otro al final de la calle.

-Bueno, si te pones en ese plan..

-Es un favor. ¿No ves cómo todo concuerda? Es como en el libro de Veronesi: "hay que confiar en cómo se inclina el mundo, de vez en cuando".

-Ya veo..pero es complicado. Vamos a ver, yo creo que si hubiera tomado otro camino, todo sería distinto. La vida no es un palíndromo, Antonio, es distinta si se toma del principio al final y del final al principio. No es magia, eso son milongas tuyas.

-De veras¿?

-De veras.

-Y sin embargo, querido hermano mío, eres Tú y no Otro..


1 comentario:

Jara Voxx dijo...

Genial laineg! Pamplinas y palíndromos! Yo pensaba ponerme la vida por el lado reversible cuando me hartara del lado de rayas... Tendré que esperar al fin de la historia. Me han dicho que este otoño se llevan las historias inacabadas, o sea, todas. Cuando nos demos cuenta de que ninguna historia acaba de acabarse será cuando nos tengamos que quitar el chubasquero reversible. Dicen que ya los chubasqueros no son como los de antes, ahora traspasa la lluvia y el sufrimiento. ¿El nuestro o el de los otros? Pssche, no sé!! Pues, nada, volvamos al principio...