viernes, 18 de marzo de 2011

Overkill

Ilustración: Louise Pressager


Pongamos que el amor existe
que me lo cruzo un día 
por la calle (perdón, por la Rambla)
que yo le reconozco y él a mi
Pongamos que el Amor
existe

Podría entonces cogerle por las solapas e increparle. ¡A tomar por culo su complaciente benevolencia! El mundo sería un lugar más seguro si Él no anduviera por ahí escurriéndose entre las entrañas de la gente y entrometiéndose en sus asuntos; huyendo de los que lo anhelan y hostigando a quienes le desafían. Le trae sin cuidado deambular por la calle (perdón, Rambla) con paso afable e inofensivo. Con la cara al descubierto, esperando cínicamente el momento de la detonación.

Es una bomba nuclear. Un arma de destrucción masiva: su onda expansiva podría generar un radio de combustión universal que aniquilase seiscientas veces la totalidad de la población humana. Overkill. Como en un poema. Pongamos que la Poesía existe. 
En lugar de eso, callejea buscando víctimas discretas. Se conforma con mullir el sofá de una pareja de mediocres abogados, o sazonar el guiso con el que una madre, agotada después de una jornada de trabajo de diez horas, intenta sin éxito seducir el paladar (y el corazón) de sus hijos, o insuflar de vida cutres declaraciones de pasión más o menos adolescentes.

Pero a veces el Amor no es suficiente. A algunos el Amor no les basta: un tipo cualquiera, cualquier tipo, el tipo de cualquiera, decide rebelarse y mandarlo ¡a la mierda! Y el Amor se sienta en el andén a mirar como el tipo cualquiera, cualquier tipo, el tipo de cualquiera, se lanza a la vía en el momento en el que el tren avanza a una distancia de doscientos cincuenta y seis kilómetros por hora. Y el Amor acaricia el cabello de la joven que, acostada en su regazo, se jala sesenta pastillas de dos miligramos de alprazolam. Y es el Amor quien abre las ventanas por las que alguien, con más agallas que Él, saltará al vacío.

Concilia el sueño sin dificultad, cobijado por su propia miseria, mientras tú y otros centenares de tipos cualquiera desesperáis inutilmente buscando su espoleta secreta, intentando descifrar la fecha de la explosión nuclear. Tú y otros que, como Aute, se impacientan porque "reviente el planeta en confeti", porque el Amor nos mate a todos. Porque el Amor sí sea suficiente. Overkilled.   


Pongamos que el Amor existe
pongamos que el Amor basta
que te lo cruzas un día por la calle 
que tú le reconoces y él a ti...


No hay comentarios: